lunes, 16 de julio de 2007

Luís Salvador tocó el cielo tras la exhibición de DINK

Nuestro pequeño homenaje a Luís Salvador, gran amigo,
admirable aficionado y entrañable 'pardillo llorón'.

Con el equipo responsable del éxito
Ver a Luís feliz con su trofeo es uno de los mejores recuerdos turferos del año. ¡¡¡Enhorabuena, Capo Salvatore!!!

jueves, 12 de julio de 2007

Recortes sobre la trayectoria del crack Horacio


Los siguientes extractos pertenecen al diario argentino La Nación:

13 de diciembre de 1998

El festejo de Horacio Betansos después de ganar el Pellegrini pudo ser comparado con muchos de los que acostumbran a mostrar los jockeys que ganan semejante carrera. No es difícil imaginar que vivir una emoción así es el sueño de todos desde que empuñan por primera vez un par de riendas. Pero había algo más en esos puños apretados y esos brazos en alto. Seguramente había más que el hecho de cumplir con la ilusión de vencer en la carrera más importante de América del Sur. Por eso, no bien se paró delante del podio, tras dejar el círculo de ganadores, Betansos gritó "¡Vamos Argentina!", y la ovación se hizo más fuerte a su alrededor. El jockey explicó:"Bueno, se habló tanto de los brasileños... y al final se venían". Y es verdad. La arremetida de Beautiful Dancer y Ballxiza trajo los fantasmas de otra victoria de un caballo extranjero, aunque el jinete nunca tuvo dudas de que ganaba Coalsack:"Desde los 800 metros tuve confianza; a los brasileños los vi, pero estaba seguro de que no me alcanzaban". Para la gente, para los que aplaudieron el regreso de Coalsack al pesaje y a los protagonistas durante la entrega de premios, la satisfacción por aventar la amenaza de otra frustración superó la primera sensación, la de sorpresa, cuando el hijo de Algenib se desprendía y pasaba al frente. Betansos prefiere no hablar de batacazos :"Las carreras hay que correrlas; Coalsack había andado bien en la distancia -segundo de Acicalado en el provincia de Buenos Aires- y, aunque es un caballo nervioso, al que le cuesta serenarse, esta vez lo pude traer más lejos". Razones personales Está claro que había motivos para que la celebración tuviera valor agregado. Y hay más. Son razones muy personales que los que están cerca de Betansos, aquellos que lo alentaron desde la tribuna de profesionales, conocen muy bien. El jockey no ganó para sustos en los últimos tiempos. Los accidentes se sucedieron y las consecuencias, con fracturas incluidas, le dieron a Horacio más días de convalecencia que de actividad. "De los últimos dos años estuve uno y medio sin correr", recuerda ahora con una sonrisa. Entre la gente del turf fue común escuchar comentarios sobre su mala suerte que iban a la par de aquellos que se referían a sus buenas condiciones para montar. "En el 97 corrí dos meses solamente", recuerda y menciona al Dardo Rocha que obtuvo con Nativo del Sur como el anterior Grupo I en su récord. Ahora se explica un poco más la euforia. Y los gritos de los que, en su mayoría, salen a trabajar todas las mañanas codo a codo con Betansos. A los 29 años, con más heridas que medallas en el cuerpo, Horacio Betansos tuvo la alegría más grande en su trayectoria como jockey, una profesión que, en él, mostró toda la dureza y el riesgo que se vive a cada paso, en apenas un par de años. Daban ganas de no parar de aplaudir.

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19 de diciembre 2002

....El destino, se dijo, incidió en el éxito del jockey Pedro Robles en el Carlos Pellegrini, el sábado último, en San Isidro, al heredar la monta del potrillo Freddy tras accidentarse Jorge Valdivieso. No menos cierto resulta que también tuvo que ver en la victoria de Horacio Betansos sobre la cruz de Shine Bridge en el Félix de Alzaga Unzué, la cita cumbre para los veloces que se efectuó una hora antes. "No pensaba que iba a correr alguno de los grandes premios y a la yegua la conocí sólo en la redonda. Sucedió que para esa carrera (el jinete) Juan Paulé tenía que conducir a Symbolic y le aconsejó al entrenador Néstor Yalet que me diera la monta en su reemplazo", explica. Eso sí, "para convencerlo,Pichi tuvo que hacerle entender que yo había estado en los Estados Unidos y por eso no me veía ganar", confiesa. Al igual que Robles ahora, este cordobés de 34 años venció en el primer Pellegrini que corrió -en 1998, con Coalsack-, ya alcanzó cerca de 600 victorias y su profesión transcurría en el país del Norte durante esta temporada. Sin embargo, obligado a terminar los trámites para conseguir la visa de trabajo debió regresar el mes último a la Argentina, donde lo aguardaba una sorpresa... y media. "Estaba en Córdoba esperando que haya novedades con mi situación y recibí una llamada de la gente del stud Rubio B. Se había accidentado Jacinto Herrera, su primera monta, y me ofrecieron correr sus caballos hasta que se recupere, algo que acepté porque debo estar en estado y en actividad", recuerda. Ya en Palermo, al comenzar a ejercitar tres semanas atrás, también el preparador Jorge Mayansky Neer le pidió sus servicios, pero en este caso lo hizo con la prioridad para montar sus ejemplares mientras se quede en el país. Betansos se inició como jockey en la capital cordobesa, en 1989, y sólo se radicó en los hipódromos principales en 1991. En el año último fue contratado por el entrenador Henry Moreno y viajó a los Estados Unidos para galopar y correr en California. "Todavía me quedan poco más de dos años por cumplir cuando los papeles estén en regla. Mi meta es seguir allá, tengo muchas ganas y la experiencia me sirvió mucho", acepta. El aprendizaje fue personal y profesional. Por un lado, le permitió sorprenderse con las diferencias entre el turf de ambos hemisferios: "Allá no hay desarrollo; son competencias de velocidad donde se miden para ver qué caballo es el más guapo. Es más, me duele castigar demás a los animales, pero quieren que se los exija hasta después del disco, aunque no tengan más fuerza para avanzar", señala. Por otro lado, reconoce que "antes de irme desaproveché muchas oportunidades, pues me enojaba cuando algo me parecía injusto. En cambio, ahora les doy más valor y tomo las cosas mejor". Para el jinete, la gran alegría por su triunfo del sábado ya es parte del pasado "porque no se puede vivir de recuerdos", explica. Pero su reencuentro con el turf argentino le hizo notar algo muy importante: "Sé que si más adelante vuelvo al país no me va a ir mal porque la gente y los cuidadores me recibieron otra vez muy bien", finaliza.

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16 de octubre de 2005

Anda derecho el cordobés Horacio Betansos. En la montura de Vanguarda ganó la Polla de Potrancas, de Palermo, y ayer, en San Isidro, con Forty Licks festejó la victoria en la segunda instancia de la Triple Corona. Betansos no es jockey de ganar estadísticas, pero es un piloto seguro; uno clásico, de los que sirven para pelear, sin dar ventajas, en los grandes premios. Ayer, cuando pudo sacar afuera al hijo de Not for Sale, para atropellarlo en la larga recta de San Isidro, ya sentía que tenía la carrera ganada. "Al potrillo no lo conocía; me lo ofrecieron para correrlo el jueves de la semana pasada. Lo monté en la partida final y me gustó; creo que trabajó mejor que Best Bob", cuenta el jockey. Betansos necesitaba conocer un poco más a su caballo y por eso pidió todos los videos de sus carreras anteriores, como para comenzar a familiarizarse con su historia. "Era fundamental tener una idea de cómo corría, y al no estar Gold for Sale el mío era el mejor, porque había ganado más carreras que sus rivales." Cosas de las carreras, o de los compromisos con las caballerizas. Gustavo Calvente había sido el jockey de Forty Licks en las competencias anteriores, y seguramente lo hubiera montado ayer si en el Jockey Club no hubiera estado un potrillo de Cris Fer, la caballeriza con la que Calvente tiene fuertes lazos. "Best Bob venía corriendo fácil; dominó cómodo y esperaba que en la recta rematara fuerte, pero, igual que en el Ensayo, otra vez no lo hizo", comentó el piloto, que en la Polla dejó de montar a Gold for Sale por un compromiso con otro caballo de Pellegatta. Maldoqueo no estuvo a la altura de las circunstancias y terminó último. "Vino bien hasta la recta y después abandonó. No le noté nada extraño; no sé qué pudo haberle pasado", explicó tras la carrera Pablo Falero, su piloto.

Picking winners early in the morning

Picking winners early in the morning

Sanlúcar, una y no más

Sanlúcar, una y no más

Iván López y TORROX

Iván López y TORROX
Well done, lads